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Automatic waste collection

No hará falta cambiar los contenedores, sino incorporarles un dispositivo

El procedimiento es sencillo: se aprieta un botón, se acerca una tarjeta y el contenedor se desbloquea. Lo comprobamos con unos de prueba que ya están en la sede de FCC en el Polígon Industrial Riu Clar.

No obstante, este tipo de contenedores inteligentes comenzará en breve a ser común en la ciudad. Se estima que en unas dos semanas los contenedores de la basura orgánica (marrón) y los de rechazo o ‘resta’ (gris) de los barrios de El Serrallo y Cala Romana tendrán incorporado un sistema que solo permitirá abrirlos si el usuario se identifica con una tarjeta o una aplicación móvil. En septiembre se implantarán en Bonavista

Se trata de una prueba piloto para ver la mejor manera de implantar este sistema de cierre con vistas a ampliarlo al conjunto de la ciudad.

 

Premiar a quien lo hace bien

El principal objetivo es mejorar la concienciación de la ciudadanía sobre la importancia de separar los residuos. Y es que, pese a que los datos el año pasado fueron ligeramente más positivos que en años anteriores, en la ciudad solo se reciclaron el 33.17% de los desperdicios. Es una cifra muy alejada del objetivo de reciclar el 60% que marcaba el Programa General de Prevenció i Gestió de Residus i Recursos de Catalunya para el 2020.

El nuevo sistema permitirá al Departament de Neteja del Ayuntamiento de Tarragona conocer la intensidad con la que un determinado domicilio usa estos dos contenedores. De momento solo se trata de un asunto informativo, pero la idea es que en un futuro reciclar bien se premie en la factura de la basura que actualmente se calcula en función de la categoría de la calle. Este es uno de los aspecto que se quiere cambiar en el próximo contrato de la basura previsto para 2023

De hecho en otros municipios en los que se está implementando el modelo, pese a que los vecinos todavía no han visto premiado su esfuerzo en la factura, el solo cierre de los contenedores ha aumentado considerablemente los porcentajes de separación.

Cómo buscar la tarjeta

Se espera que a principios de la semana del 19 de julio los vecinos de El Serrallo y Cala Romana reciban una carta explicativa del nuevo sistema con información sobre dónde buscar la tarjeta-llave o un código QR si prefieren tener una App en el móvil. Eso sí. Hay que aclarar que la identificación no está ligada a una persona en concreto sino a una vivienda.

Además de los puntos que se colocarán en la calle para entregar las tarjetas se realizará un operativo para entregarlas puerta a puerta con informadores que trabajarán de lunes a domingo en distintos horarios con el fin de encontrar a los vecinos en sus casas.

Se espera que en esa misma semana los contenedores ya cuenten con los dispositivos de cierre durante unos días para que los vecinos se familiaricen antes de cerrarlos. De momento no está previsto que se limiten los horarios o los días en que se puede tirar la basura en estas dos fracciones.

Se han elegido estos tres barrios porque representan características diversas en cuanto a densidad de población, situación socioeconómica o presencia de negocios.

Tras ponerse en contacto con otros municipios y distintos proveedores, los técnicos municipales decidieron que en cada uno de los tres barrios se instale una tecnología diferente para comparar cual funciona mejor.

El modelo no implica un cambio de contenedores sino que se acople el sistema a los que ya existen. La compra y la instalación de los dispositvos se hará con cargo a partidas del contrato de la basura que no se usaron el año pasado.

Campaña informativa intensiva

Donde sí se realizará un esfuerzo económico importante es en la información a los vecinos. De hecho la campaña, que tendrá una duración de siete meses, salió a licitación por 51.351 euros.

Además de informar cuando se entreguen las tarjetas (en los puntos instalados en la calle o a domicilio) habrá informadores a pie de contenedor para resolver cualquier duda y reportar cualquier problema si algo falla. También deberán contactar con asociaciones de vecinos y comerciantes así como otras entidades de los barrios. Todo el proceso informativo durará por lo menos hasta diciembre.

A este grupo se sumarán once agentes cívicos contratados en el marco del plan de ocupación ‘TGN pel Civisme’ que se están formado al respecto.

El concejal de neteja, Jordi Fortuny apunta además que el cambio de modelo se realizará en pleno verano, un momento en que aumenta la generación de residuos, por lo que considera que el trabajo de los agentes cívicos será de gran ayuda.

Según recuerda el concejal, cada tonelada de ‘rebuig’ cuesta 100 euros quemarla en la incineradora, algo que representa 4 millones de euros por año para la ciudad. Por ello, señala, reciclar correctamente no solo es una cuestión ecológica, sino que también tiene un impacto muy grande en la economía de la ciudad.

Vecinos concienciados

El ayuntamiento ya ha puesto los cambios en conocimiento de la Federació d’Associacions Veïnals de Tarragona.

El presidente de la Associació de Veïns de Cala Romana, Saül Garreta, uno de los barrios donde comenzará la prueba explicaba que la idea les parece «muy interesante; reciclar es muy importante y hay que tratar de mejorar al máximo. Uno de los grandes problemas que tenemos es el incivismo, que en algunos casos puede ser más cuestión de desconocimiento que de mala intención… En cambio de esta forma, si la gente deja rastro de lo que hace, si sabe que hay un control, puede que se preocupen más en hacerlo mejor».